jueves, 15 de abril de 2010

Un poema náhuatl antes de hablar de la frecuencia natural

En la literatura que se ha podido rescatar de los pueblos prehispánicos de Mesoamérica, hay muchos poemas, que aparte de ser muy bellos pueden proporcionar información acerca del pensamiento y de la forma de vida de estos pueblos. Por ejemplo en el libro Historia de la Literatura Náhuatl de Ángel Maria Garibay K. está el siguiente poema de origen precolombino:

O anqui ye oncan Tlaxcalla Ayahue
chalchiuh tetzitlaca cuicatoque
in huehuetitlan Ayahue
xochin poyon poyon ayahue
Xicotencatl teuctli in Tizatlacatzin
in Camaxochitzin cuicatica in mellelquiza.

La traducción de este poema es:

Allá en Tlaxcala
con rodelas de cobre incrustadas de jades, cantaron y tocaron
junto a los tambores:
delicia, delicia de flores:
Xicotencatl, príncipe señor de Tizatlan
Camaxochitzin con canto y música se deleitan.

Ya te habrás dado cuenta que en el poema anterior se menciona el uso de tambores, y de “rodelas de cobre” para hacer música. Las rodelas de cobre fueron escudos redondos, que se les conoció con el nombre de tetzitlaca. En las danzas se les golpeaba para hacerlos sonar, es decir se les utilizó como ideófonos. Los ideófonos son instrumentos musicales, que producen sonido al ser golpeados, ya que prácticamente toda su materia es puesta en vibración. Entre los ideófonos empleados en la actualidad para hacer música, están los platillos de una batería y las claves. Sin embargo hay muchos objetos que pueden servir como ideófonos como las taparoscas de refresco, las corcholatas, las piedras o un cajón de madera. En los fandangos del estado de Veracruz se acostumbra bailar sobre el cajón, en donde el ritmo del zapateo coincide con el ritmo de la música. El zapateo sobre el cajón es considerado por los jaraneros como parte de la música que ellos interpretan.

Un poco de la física que hay detrás de los ideófonos.

Si quieres saber un poco de la física involucrada en los ideófonos, es necesario que conozcas lo que es una vibración forzada. En una guitarra bien afinada se puede entender este concepto, conviene aclarar que la guitarra no es un ideófono. Si pulsas la sexta cuerda de ella, que es la más gruesa, lograrás que la cuerda vibre con una frecuencia de 82.41 hertz aproximadamente, es decir la cuerda oscilará ¡82.41 veces en un segundo! La energía de esta vibración se transmitirá a la caja de la guitarra, y la obligará a vibrar con la misma frecuencia. La caja de la guitarra forzará al aire que está a su alrededor a vibrar, produciendo el sonido que escuchamos. Si pulsas otra cuerda de la guitarra, digamos la quinta que esta debajo de la cuerda más gruesa, se provocará un fenómeno similar, sólo que en esta ocasión, la frecuencia a la cual se ven obligados a vibrar la caja y el aire que la rodea es de 110 hertz, que es la frecuencia de oscilación de quinta cuerda. ¿Ya notaste que la caja de la guitarra y el aire que la circunda son forzados a vibrar a la frecuencia de vibración de las cuerdas? Pues bien se tiene una vibración forzada cuando se le obliga a un objeto a vibrar a una determinada frecuencia, como sucede con la caja de la guitarra y el aire que está a su alrededor.
Los charanguistas, los jaraneros o cualquier intérprete de un instrumento de “cuerda golpeada” como la guitarra, o “cuerda frotada” como el violín, saben por experiencia que cuando dejan de utilizar su instrumento por un largo periodo de tiempo, este pierde calidad en el sonido que emite. Por lo que siempre procuran utilizarlo para que el sonido del instrumento sea el óptimo. En este caso las vibraciones forzadas ayudan a mantener una buena calidad de sonido en los instrumentos de cuerda.
Hay una gran variedad de ideófonos, y todos ellos emiten un sonido propio cuando los golpeamos, esto se debe a que cada uno de ellos tiene su propia frecuencia natural. Dos palos de escoba del mismo tamaño, ayudan a entender mejor este concepto. Si golpeamos suavemente los palos entre si, escucharemos cierto sonido. Con el golpe se les transmite energía a los palos, la mínima necesaria como para forzar a que estos vibren con ciertas frecuencias, que son las que escuchamos. Cuando esto ocurre decimos que los palos vibran con su frecuencia natural. La frecuencia natural de un objeto depende de de su forma y de su elasticidad. Si volvemos a golpear los palos con mucha mayor fuerza escucharemos un sonido que es más agudo que el anterior ¿Por qué crees que esto ocurra?

Transforma una escoba vieja en unas claves

En esta ocasión te sugerimos para construir unas claves, y para ello solo necesitas un palo de una escoba que ya no sirva, fíjate que el palo sea realmente de madera, porque actualmente ya se hacen de otros materiales. También se necesita un serrucho o segueta para cortarlo, una regla de unos 30 centímetros, y una lija para quitar las astillas.
Del palo de escoba corta dos tramos de 21 centímetros, como se observa en la siguiente figura.



Ahora líjalos para quitarles las astillas y las claves estarán listas para usarse. Golpéalos entre si para que escuches el sonido que emiten, no aprietes las claves al momento de golpearlos, agárralas suavemente y así obtendrás el mejor sonido que ellas puedan emitir. La calidad de sonido producido por estas claves, es comparable a las construidas para grupos profesionales.
Si quieres que suenen más agudas puedes recortarlas hacerlas más cortos, o si quieres que suenen más graves córtalos con una longitud mayor a los 21 centímetros que te sugerimos. Investiga que ocurre si utilizas palos de escoba de diferentes grosores.

Elaboración de un “palo de lluvia”sencillo.

El palo de lluvia es un instrumento muy conocido en México, simula el sonido de la lluvia, y por eso tiene ese nombre, también imita el sonido del agua que corre en un arroyito. Es un instrumento que es utilizado por los grupos musicales de diversos géneros y niveles. Se emplea en obras de teatro, en ceremonias de todo tipo, inclusive en muchas casas se tiene uno, ya que su sonido resulta agradable al oído. El palo de lluvia es una caña de bambú con palitos que la atraviesan diametralmente, y en su interior hay semillas que se pueden moverse a lo largo de la caña. Cuando las semillas están en movimiento chocan con los palitos, y generan el sonido característico de este instrumento.
Si quieres construir un palo de lluvia muy sencillo, vas a necesitar muchos alfileres con cabeza, cinta adhesiva, un pedazo de cartoncillo, y un puñito de cualquier semilla como arroz, la lenteja o el maíz palomero. También se va a ocupar un tubo de cartón rígido, con paredes gruesas. El diámetro interno del tubo deberá tener unos 5 centímetros aproximadamente. El largo del tubo puede ser de 40 centímetros, aunque también se puede emplear un tubo que tenga hasta un metro de largo.
El primer paso consiste en atravesar el tubo de cartón con los alfileres como se indica en la figura a, hay que tener cuidado con el uso de los alfileres. Los alfileres deberán ir formando una espiral a lo largo del tubo como se indica en la figura b, entre más largo sea el tubo que emplees, la espiral deberá ser más larga y deberá dar mas vueltas a lo largo del tubo, procura que entre los alfileres haya suficiente espacio, para que puedan pasar las semillas.



Una vez que hayas terminado de atravesar el tubo de cartón con los alfileres, tapa un extremo del tubo. Para ello es necesario que elabores una tapa con el cartoncillo y la pegues con la cinta adhesiva. Posteriormente vacía un puñito de arroz en el interior del tubo y tapa el extremo que falta, también con el cartoncillo y la cinta adhesiva. El palo de lluvia terminado se vera como muestra la figura c. Colócalo en posición vertical y escucha el sonido que emite. Recuerda que este es un palo de lluvia sencillo, su sonido no reproduce totalmente el sonido de la lluvia. Sin embargo permite aprender mucho acerca de la construcción de este instrumento.
Si decides hacer un palo de lluvia construido con bambú, es necesario que tomes en cuenta que el procedimiento de construcción es similar al que acabamos de describir. En este caso la elaboración de este instrumento en bambú es un trabajo más rudo. Te recomendamos utilizar un trozo de bambú seco, para que ya no cambie su sonido. También es necesario raspar con una varilla metálica el interior de la caña, para destapar totalmente el bambú, a veces es necesario golpear la varilla con un martillo, ya que la caña está tapada en los nodos. El raspado interno también sirve para aumentar el diámetro interior y facilitar la circulación de las semillas o piedritas que se vayan a colocar en el interior. Es importante que dispongas de un taladro para hacer los agujeros de los palitos que atraviesan la caña diametralmente. Cuando insertes los palitos dentro de los agujeros de la caña, ponles un poco de pegamento para fijarlos, y por último las tapas de los extremos las puedes hacer con un trozo de cuero, que puede ir fijo a la caña con algunas tachuelas.

2 comentarios:

  1. Me encantó esto del palo de lluvia. Siempre he pensado que son instrumentos emotivos que te transportan a otros lugares, a la naturaleza. Lo ideal, claro, seria poder contar con un soporte estilo "máquina perpetua" que moviera el palo de lluvia por siempre ¿no?
    Un saludo

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